El traje representa a la Virgen María, y se caracteriza por su diseño tradicional y simbólico. Está compuesto por una túnica blanca, que simboliza la pureza y la santidad, con detalles dorados en los bordes de las mangas y la prenda, destacando su importancia celestial.
El manto azul que cubre la cabeza y los hombros es uno de los elementos más icónicos de las representaciones de la Virgen María. Este color simboliza la divinidad, la paz y la protección maternal. El manto también cuenta con un borde dorado, que realza el diseño y resalta la figura.
Este tipo de atuendo suele usarse en eventos religiosos y celebraciones como Navidad, procesiones o festividades dedicadas a la Virgen María.